¿Quiénes Somos?

Es necesario dejar claro la idea de “Factorías del conocimiento” para todos los fines. Pero mejor definamos primeramente ¿Qué NO es una factoría del conocimiento?


Una factoría NO ES:

  • Un lugar, sea oficina, edificio o punto geográfico.
  • Una persona; pues la componen personas y no solamente un individuo.
  • Tecnología; sino que se apoya en ella para desarrollar los trabajos.
  • Técnica; si bien es cierto que hay muchas técnicas usadas en las factorías.

Habiendo aclarado lo que las factorías del conocimiento no son, podemos decir que una factoría del conocimiento es el nombre que se le da a un grupo de personas, usual y preferiblemente jóvenes emprendedores y con iniciativa, que se asocian para desarrollar productos de valor a partir del conocimiento con una metodología determinada, con el fin de dar respuesta a problemas cuya solución parte de la interpretación adecuada del conocimiento existente alrededor de dicho tema. Este grupo trabaja basado en diferentes principios vitales como son:

  1. Gestión del conocimiento: cuando se toma la información y el conocimiento, saber o experiencia generada en torno a un hecho y se gestiona para transformar dicho conocimiento que se transfiere en formatos de mayor accesibilidad para las personas a las que se desea transmitir la información.
  2.  Emprendimiento: Dominio de destrezas para un cambio de actitudes y aptitudes personas que permiten afrontar las diferentes problemáticas para mantenerse siempre un paso delante de las problemáticas, de tal manera que el grupo sea propositivo e innovador para el beneficio de los sectores metas.
  3. Trabajo en equipo: establecimiento de un objetivo compartido a través de la delegación de tareas y responsabilidades, el grupo es más eficiente y abarca en menor tiempo un mayor número de problemáticas con empatía, cohesión y labor armónica de equipo.
  4. Perfil Social: sabiendo que el mayor bien de las sociedades es el conocimiento, se desea transformar y devolver el conocimiento de valor a la sociedad para atender las necesidades insatisfechas, especialmente de sectores vulnerables. Especialmente a personas y territorios con especiales dificultades para el desarrollo y con mayor vulnerabilidad,  incorporando la gestión del conocimiento a sus modelos de crecimiento tanto desde el punto de vista social como económico.