Antes de empezar
quiero que se hagan esta pregunta queridos lectores, el emprendedor ¿nace o se
hace?
En esta corta
nota que escribo pretendo hablarles sobre el emprendedurismo una palabra muy de
moda en estos últimos tiempos, y que la he tomado muy en serio al concretar
metas que me he propuesto durante el año.
Como bien decía
al comienzo un emprendedor nace o se
hace, creo sobre esto que es una combinación de ambas cosas, porque es una
combinación de lo que somos en el presente con lo que queremos llegar a ser en
el futuro, no hay edad para empezar a tomar el emprendedurismo como parte de
nuestra vida, esta se crea y se
fortalece mediante la unión de experiencias, capacidades, habilidades y
actitudes.
Considero que emprender
algo nuevo significa tomar riesgos los cuales tienes que tener en cuenta al momento de poner en marcha el plan que te
llevará a lograr tu meta o proyecto, y sin duda siempre tomar las medidas,
saber que debes tener una solución para la mayoría de dificultades que se
presenten en el camino durante vayas desarrollando tu meta o proyecto, es decir
no tener solo un plan B si no un C y todos los que sean posibles, siempre
previendo todo pro y contra de tu decisiones, para que las situaciones
difíciles no sean tanto o se minimicen.
El ser creativo
te salvará muchas veces de dificultades ya que siempre tendrás en la mayoría de
los casos una respuesta a las situaciones.
Hay 5 cosas que siempre a mi forma de ver
funcionan al practicarlas cuando tenemos deseos de lograr eso que tanto
queremos y son: Paciencia, constancia. Fé, ambición y entusiasmo.
Paciencia: la
paciencia porque muchas veces no todo nos saldrá a la primera ni como queremos
y no podemos desesperarnos, he allí que interviene la segunda palabra mágica la
constancia, nos permitirá hacer una y otra y otra vez intentar lo que
tanto nos cuesta y sobre todo perseguir
lo que queremos, la fé nos dará la fuerza de creer en lo que hacemos y no solo
hablo de la fé en lo que hacemos y en nosotros mismos, sino en Dios, para los
que creemos sabemos que mucha de nuestras metas se logran a partir de que Dios
nos da una mano. La ambición esta no se mal interprete sino, hay verla en el
sentido que cuando algo nos ambiciona es el motor para lograrlo y por último y
la más importante el entusiasmo, de este dependerá que te fluyan las ideas, que
le des vida a lo que haces.
Nunca te
subestimes a ti mismo ni te limites a no realizar lo que en verdad quieres,
aunque piensen que es una locura, de las locuras más grandes han salido muy
buenos aportes a la humanidad.
Sobre todo
desarrolla tu proyecto con amor y aprecio por cada cosa que haces porque eso
permite que llegue al éxito. Cuando amas lo que haces lo haces bien.
Para terminar
solo puedo decirles que además el emprendeurismo es contagioso yo contagié a
unos cuantos, pero no es mortal, sino vital para el desarrollo personal y sobre
todo nuestra sociedad. Y recuerda se contagia y el contagio se produce al
rodearte de gente que ya lo ha hecho y te demuestra que no es ni tan difícil ni
imposible.
Cindy Sarmiento
Factoría del conocimiento, 2012