George Bernard Shaw dijo: “No es
que dejamos de jugar porque envejecemos; es que envejecemos porque dejamos de
jugar”
Jugar es el
primer acto creativo del ser humano, además el juego es muy importante ya que su finalidad consiste en el disfrute de
quienes lo hacen, es divertido,
capaz de transmitir emociones, alegrías, salud, el deseo de ganar, permitiendo
la relación con otras personas, por ello se convierte en una actividad muy indispensable
para el desarrollo del ser humano.
Algunos miembros
de la factoría del conocimiento tuvieron la oportunidad de participar en un encuentro de
ludopedagogía con Mercedes González, educadora popular y lúdica para el
desarrollo”
En este taller
aprendimos que la lúdica es una propuesta metodológica que nos ayuda a
transformarnos y desarrollarnos personal y socialmente a través del juego.
Entonces ¿Por
qué no utilizar la lúdica en nuestros talleres, capacitaciones o clases?. Así
como los niños les gustan divertirse jugando, a los adultos les gusta también, porque
con el juego viene la risa, y la risa es la mejor terapia para desestresarse de
los problemas y darle tiempo a sentir y a reflexionar sobre la importancia de la convivenvia con los demás.
Cuando asistimos
al taller de mercedes y empezamos a jugar se notó una transformación, ya que cada vez que
jugamos algo en nosotros cambia, se modifica, el juego te permite descubrirte a
ti mismo y a los demás, cuando jugamos enriquecemos la confianza, la
solidaridad, el compañerismo, el humor o el amor. Además reconocernos como seres
humanos. Un facilitador nunca debe creer que es el único que sabe, sino que debe
invitar a los demás a compartir sus conocimientos y de esta forma crear en
conjunto, una nueva forma participativa para dar un taller o una clase.
Y para los que
son facilitadores y quieren aplicar esta metodología, lean esto, que tiene
cuatro momentos:
- La vivencia lúdica: que es jugar para sentir, que une lo real y la fantasía, la magia con el placer y que desarrolla la actitud creativa.
- La reflexión: después de jugar, es necesario hacer una reflexión en la que comparten todo el grupo lo que sintieron.
- La construcción de saberes, consiste en que los participantes generan nuevo aprendizaje que son comunicados a través del juego, el arte, la teatralización etc.
- La transformación individual, donde se generan propuestas creativas en grupo, creados a través del trabajo en grupo.
Y no olviden
esto facilitadores, cada uno de los cuatro momentos hay que combinar: danza,
música, expresión corporal, poesía, cuento, muchos abrazos, etc.
Muchas de
estas metodologías se trabajan para superar, la exclusión social y sexista, el
autoritarismo institucional sobre los grupos, y sobre todo el adultocentrismo. ¿Ya
han escuchado esta frase? “Los niños no deben meterse en
las conversaciones de los adultos”, a veces en
la misma sociedad, la voz de los niños y jóvenes ha sido reprimida, ya sea porque las personas con una “gran
experiencia” no dejan que la voz de jóvenes sea escuchada, porque creen que por ser muy jovenes no tienen la razón o no saben de lo que estan hablando, ¿Por qué limitar?. ¿Por qué no dar la oportunidad de que los jóvenes expresen su
opinión?, ¿a qué temen
los adultos si un niña, niño o adolescente de su opinión?
Uno de los
objetivos de trabajar con esta metodología es que nos reconozcamos como seres
humanos con potencial para vivir, recuperar la capacidad de relacionarnos con
nosotros mismos y los demás.
Ahora que ya
saben esto, desarrollemos la alegría, la risa, la capacidad de reflexionar,
sugerir, decidir y crear soluciones a necesidades propias o grupales y motivar
la participación activa de las personas.
Así que me pregunto yo ¿Por qué en
Estelí no construyen parques en que los niños y los adultos jueguen con
libertad, sin importar la edad?
Por: Helen Hernández
Factoría del conocimiento 2012
Muy buena publicación, es verdad los adultos también debemos jugar de vez en cunado para reencontrarnos con nuestro niño interno.
ResponderEliminarNo podemos olvidarno que algun día fuimos niños y que hay que jugar para recordarlo para disfrutar más los pequeños momentos de nuestra vida.
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