A través del
tiempo hemos escuchado que los niños son el futuro del país, que ellos son la
esperanza, que son quienes nos dirigirán, entre otras cosas, pero a medida que
pasa los años, siempre decimos también “Los jóvenes no quieren nada”, “en que
piensan”, “haaa está juventud”, “no tienen futuro”. Y pre pregunto yo, que
acaso esos jóvenes no fueron niños, y los adultos que hablan ¿Que no fueron
jóvenes también? Por que echarle la carga a otros y no aceptarla nosotros.
Si es verdad los
niños son el futuro, el mundo les pertenece, pero para que ellos logren grandes
cosas, hay que trabajar con esos pequeños, no se puede asumir que ellos son el
futuro y que cuando crezcan por arte de magia sabrán que hacer.
La educación
primaria y prescolar es fundamental para el desarrollo de toda persona, son los
primeros pasos, es cuando el niño esta apto para aprender, para absorber
cualquier tipo de información, y es justamente ahí donde debemos de tener
cuidado con que es lo que enseñamos a los niños. Pero eso no quiere decir que
los padres y miembros de la familia se libran de la responsabilidad, es el
hogar la primera escuela, es ahí donde adquieren inmediatamente sus primeros
conocimientos, es ahí donde se forman sus valores.
Les cuento un caso
del cual fui testigo, una joven madre con dos hijos, la niña de 8 añitos y un
niño de 2, el niño estaba jugando con su hermanita, pero parte del juego era
que el niño le pegara a la niña incitado por su mamá, que le decía “péguele, péquele”,
la madre de ese niño ignora el posible daño que pueda causar a sus hijos,
primero que el varoncito cuando este grande maltrate a su esposa o a cualquier
otra mujer y segundo que la niña cuando crezca vea normal el maltrato físico
hacia ella u otra mujer. Podemos decir “son pequeños, no entienden, luego se
les olvida” pero la verdad es que no es así, ellos almacenaran esa información
y de forma consiente o inconsciente la reflejaran en su etapa adulta.
Como dije
anteriormente hay que cuidar lo que hacemos o decimos delante de los niños,
porque es muy probable que ellos lo imiten luego, es por eso que se dice que
“los hijos son el reflejo de sus padres”, aunque hay casos en los que no
aplica, pero en la mayoría lo es.
Cuando el niño
pasa a la escuela, no quiere decir que toda la responsabilidad es del maestro, el
padre también tiene que estar pendiente de lo que hace el niño, de conocer al
maestro, de estar pendiente de las actividades que se realizan, es muy
frecuente que los niños entran a clases pasa el año escolar y el padre de
familia ni conoce quien fue el profesor del niño.
En las aulas de
clases también hay mucho que mejorar, es usual en algunos lugares que los
maestros clasifiquen a los niños, en el grupo de los inteligentes (generalmente
adelante), los que mas o menos ponen atención, yo estuve en este grupo
generalmente nos sentaban en la segunda fila, de ultimo y en el rincón los que
son “necios”, los que no ponen atención; desde mi punto de vista no puede ser así,
no podemos clasificar a los niños, todos tienen derecho a aprender, al
clasificarlos solo los estamos privando.
Debemos de ponernos a pensar que los
niños no todos son iguales, que no todos vienen de un hogar bien estructurado,
quizás muchos tengan dificultades de aprender, otros tengan problemas en sus
hogares, o no se hallan alimentado bien. Pensemos que detrás de un salón de 40
niños, hay 40 familias que no sabemos como estarán funcionando, no pretendamos
que todos actúen de la misma forma, que todos lleguen a sentarse callados y a
copiar.
Los niños si son
el futuro de nuestro país, pero también son el presente, por eso hay que
preocuparnos de que les estamos enseñando hoy para no dañar su desarrollo el día
de mañana. No todo esta perdido, aun estamos a tiempo de cambiar las cosas, aun
hay tiempo de mejorar como jóvenes o adultos, aun hay tiempo de enseñar buenos
valores.
Elaborado por:
Yesbell Flores R.